Me pesa admitir que mi amor y descubrimiento por la comida vietnamita son recientes. Considero que para enamorarse de esta gastronomía, es esencial probar el pho adecuado, el caldo estrella de esta cocina; a partir de ahí, se desata una fascinación por una infinita variedad de platillos y antojos. Eso fue exactamente lo que me ocurrió la primera vez que degusté el gigantesco e irresistible pho de Elizabeth Street Café, un pequeño restaurante de esquina ubicado en Austin, Texas.
Aunque para mí sea un mundo gastronómico nuevo, ciertamente para la mayor parte de la población no lo es. Un artículo del New York Times de 1995 habla de la popularidad de la comida vietnamita en la ciudad. Mencionan que incluso Nueva York llegó tarde a la tendencia, ya que en Nueva Orleans, California y, sorprendentemente, Texas, ya había varios restaurantes vietnamitas. La explicación radica en la migración de ciudadanos vietnamitas a Estados Unidos después de la guerra, a mediados de los 70. El clima del norte los llevó a estados más cálidos y a aquellos con mayor cantidad de organizaciones benéficas cuyo propósito era ayudar a los recién llegados a adaptarse a su nueva vida. Así fue cómo estos nuevos residentes se instalaron en su mayoría en el sur del país. Gracias a esto, según Food Republic, Houston es la ciudad con los mejores restaurantes de comida vietnamita en Estados Unidos.
Según el artículo del New York Times, a finales de los 70, Manhattan ya contaba con uno o dos pequeños restaurantes auténticos de comida vietnamita. Hoy en día hay más de 30. Lo que prueba la rápida admiración y aceptación que ha tenido el mercado Estadounidense con la esta cocina.
A México todavía le falta mucho camino para explotar al máximo esta joya de gastronomía. En la Ciudad de México existen un poco más de 10 lugares donde se pueden encontrar algunos de los platillos más icónicos.
Las similitudes de los platillos mexicanos con los vietnamitas es la razón principal por la cual creo que la aceptación en México crecerá rápidamente y con facilidad. Ambas cocinas se centran alrededor de salsas aromáticas, hierbas frescas y destacan los sabores ácidos, dulces y picantes. Además, los mexicanos somos conocidos por ser aventureros en cuanto a probar diferentes tipos de cocina, y la comida vietnamita ofrece una experiencia culinaria única. Por eso me atrevo a predecir que no falta mucho para que la popularidad de esta cocina alcance su auge.
Hay a quienes les molesta que la comida de otras culturas no sea “auténtica”, pero mi opinión es que la fusión de dos culturas representada en los platillos es algo digno de admiración y celebración. Tomemos, por ejemplo, la comida Tex-Mex o la comida italoamericana. Ambas son fusiones de dos países diferentes que juntas forman una nueva cocina y que se ha formado alrededor de esta una nueva cultura.
La comida es la mejor manera de sentirte en casa, por eso es natural que las personas adapten sus platillos con los que crecieron con los ingredientes y cultura de sus nuevos hogares. Es más fácil adaptarse a un lugar nuevo si se tiene la comida de casa para nutrir al alma.
Se puede disfrutar de la comida vietnamita adaptada a otras culturas. Y claro, si quieres la original, hay que ir a Vietnam. Pero mientras tanto, puedes preparar tu propia versión en casa o visitar el restaurante más cercano.
La cocina vietnamita gira en torno a la hierba de limón, la menta y la albahaca. Es una cocina lenta pero minimalista con sabores frescos y contradictorios. Un poco picante, pero más dulce que picante. La salsa de pescado también es clave en esta gastronomía y su sabor umami le da una profundidad única a sus platillos. Es una comida que te abraza, que se puede considerar “saludable” pero que al mismo tiempo es reconfortante.
Aquí una descripción más completa de algunos de los platillos más populares:
Pho: Es un caldo a base de huesos, con especias como anís y canela, e infusiones de verduras como cebolla y zanahoria. El caldo puede tardar hasta 8 horas o más en prepararse y, una vez listo, se le agregan fideos de arroz, proteína, germinado de soja, menta, cilantro, cebolla, alguna salsa picante y unas gotas de limón. Este caldo es mi platillo favorito de la comida vietnamita, ¿se nota? Va a ser lo primero que preparare cuando el clima vuelva a cambiar y empiece nuevamente el frío (aunque ahora parece que nunca va a llegar).
Banh Mi: Este platillo es adictivo. Es el que llaman “torta vietnamita”, pero el pan no es bolillo, es una baguette más ligera y aireada que la tradicional. Crujiente por fuera y muy suave por dentro, se elabora comúnmente con una mezcla de harina de trigo y harina de arroz. Tradicionalmente, se le unta paté y mayonesa, y se le agregan vegetales encurtidos, pepino, chile y hierbas. También la proteína de elección, aunque comúnmente, y en mi opinión, lo mejor es cerdo.
Goi Cuon: Conocidos como rollos primavera. Este platillo ligero es popularmente servido como entrada en los restaurantes. Papel de arroz que envuelve lechuga, hierbas, fideos y proteína. Se sirve con salsa de cacahuate o salsa agridulce. Es importante mencionar que seguimos en primavera, que mejor momento para prepararlos.
No te pierdas estos platillos si tienes la oportunidad de probarlos.
Debo confesar, que aunque Elizabeth Street Café despertó mi afinación por esta gastronomía, no es la mejor comida vietnamita en la ciudad, pero sí de las mejores, y el ambiente del lugar junto con la decoración te invita a regresar cada vez que puedas. Además, le tengo un cariño especial. Cuando mi amiga Goly y yo apenas empezábamos a conocernos, un día me escribió diciéndome que había leído sobre un pastel de coco en Elizabeth’s que era el mejor de ese tipo en toda la ciudad. Me preguntó si la acompañaba a probarlo. A la hora de esto, pasó por mí y terminamos sentadas en el restaurante disfrutando del pastel de coco, un dulce que, como el coco mismo, es un ingrediente esencial en la cocina vietnamita, con un té, desviándonos a una conversación de horas sobre la comida, lo que amamos del mundo gastronómico y todo lo que conlleva. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de lo cerca que estábamos destinadas a ser, y un año después, nuestras conversaciones van mucho más allá del ámbito culinario. Nuestra amistad, que comenzó por una pasión compartida por la gastronomía, ha crecido profundamente. Hoy en día, si alguna de las dos tiene antojo de probar algo nuevo, no hace falta ni preguntar; ya sabemos cuál será la respuesta de la otra.
Al final, la comida no solo es una fuente de experiencias sensoriales, sino también un catalizador para el crecimiento personal y las conexiones humanas más profundas. Sobre todo cuando se trata de probar algo nuevo.
Tips:
Refresca tu limonada con hierba de limón, utilízala como infusión.
Si te quieres adentrar más en la comida vietnamita, te recomiendo este recetario.
También ver este video de Bon Appétit del mejor nuevo chef en Miami preparando la comida vietnamita para su restaurante.
Cosas que igual no necesitas pero vas a querer comprar:
Recientemente leí en Food and Wine que la maquina para hacer arroz de Kitchen Aid es la mejor en el mercado.
Excelente artículo , felicidades.